El Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, es el pico más singular y extraordinario de toda la cordillera cantábrica. Singular por la armonía con la que despliega su belleza y extraordinario por la sutileza con la que los artistas de la montaña intentan superarse una y otra vez, intentando el más difícil cada día, alcanzar sus cotas mas altas abriendo nuevas vías que permitan a otros en un futuro transitar por ellas. ¿Podremos nosotros seguir disfrutando de esas vías tecnológicas que otros internautas han abierto para nosotros?
Menuda la que se ha montado con la interpretación que hace gobierno en el anteproyecto de la futura ley de Economía Sostenible con el tema de las descargas en Internet. Iniciativa que por cierto, no ha sido consensuada. Que nos se olviden gobierno e industria que en este entramado no deciden dos sino una terna en la que los usuarios algo tendrán que decir.
Me pregunto ¿Dónde acaban los derechos de autor y dónde empiezan los derechos del consumidor? Interesante articulo el que leí el otro día en el que Rodríguez Ibarra decía que “ser progresista es intentar progresar al ritmo que marca la sociedad, entendiendo, comprendiendo, y a poder ser, liderando ese ritmo con el objetivo de generar igualdad, más libertad y con la pretensión de que las tecnologías que van apareciendo estén al servicio de todos….” Ni más ni menos, es justamente lo contrario de lo que deja entrever la nueva ley. Lejos de lo que promulga el ex-presidente de Extremadura cuando nos habla de colectivismo, de compartir, cooperar y colaborar…. ¿Porque esa dura interpretación contra las descargas que hace la nueva ley de Economía Sostenible cuando la directiva solo habla de “…..controlarse por un procedimiento justo…? ¿Acaso, lo que se pretende con la creación de una comisión, alejada de la justicia, es cerrar páginas de Internet?
Parece ser que a última hora han dejado un poco con “el culo al aire” a la ex-presidenta de la academia de cine y revisarán de nuevo el anteproyecto. Sería un poco ilógico que un ministerio pudiera cerrar a cal y canto, sin ninguna orden judicial, una Web, blog…. dejando a estos en total indefensión jurídica. Estamos hablando de medios de comunicación, visitadas por millones de personas. Estaríamos hablando, tal y como se ha dicho de “un secuestro gubernativo”.
Creo que los usuarios de la red , al igual que los alpinistas, debemos tener cuidado con las “inclemencias” del tiempo, manejar el material justo y necesario para que la “escalada” no sea haga pesada e intentar abrir nuevas vías, que permitan que a los que vienen detrás tengan nuevos accesos a este Urriellu tecnológico.
Menuda la que se ha montado con la interpretación que hace gobierno en el anteproyecto de la futura ley de Economía Sostenible con el tema de las descargas en Internet. Iniciativa que por cierto, no ha sido consensuada. Que nos se olviden gobierno e industria que en este entramado no deciden dos sino una terna en la que los usuarios algo tendrán que decir.
Me pregunto ¿Dónde acaban los derechos de autor y dónde empiezan los derechos del consumidor? Interesante articulo el que leí el otro día en el que Rodríguez Ibarra decía que “ser progresista es intentar progresar al ritmo que marca la sociedad, entendiendo, comprendiendo, y a poder ser, liderando ese ritmo con el objetivo de generar igualdad, más libertad y con la pretensión de que las tecnologías que van apareciendo estén al servicio de todos….” Ni más ni menos, es justamente lo contrario de lo que deja entrever la nueva ley. Lejos de lo que promulga el ex-presidente de Extremadura cuando nos habla de colectivismo, de compartir, cooperar y colaborar…. ¿Porque esa dura interpretación contra las descargas que hace la nueva ley de Economía Sostenible cuando la directiva solo habla de “…..controlarse por un procedimiento justo…? ¿Acaso, lo que se pretende con la creación de una comisión, alejada de la justicia, es cerrar páginas de Internet?
Parece ser que a última hora han dejado un poco con “el culo al aire” a la ex-presidenta de la academia de cine y revisarán de nuevo el anteproyecto. Sería un poco ilógico que un ministerio pudiera cerrar a cal y canto, sin ninguna orden judicial, una Web, blog…. dejando a estos en total indefensión jurídica. Estamos hablando de medios de comunicación, visitadas por millones de personas. Estaríamos hablando, tal y como se ha dicho de “un secuestro gubernativo”.
Creo que los usuarios de la red , al igual que los alpinistas, debemos tener cuidado con las “inclemencias” del tiempo, manejar el material justo y necesario para que la “escalada” no sea haga pesada e intentar abrir nuevas vías, que permitan que a los que vienen detrás tengan nuevos accesos a este Urriellu tecnológico.
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